El domingo 26 de enero de 2014 arribó a Venezuela desde Ginebra, Suiza, una misión de alto nivel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La misión estuvo liderada por Victoria Velásquez de Avilés, Presidenta del Consejo de Administración de la OIT (máximo órgano de decisión); Luc Cortebeeck, Vicepresidente de la OIT y Presidente del Grupo de Trabajadores de la OIT; y Daniel Funes de Rioja, Jefe del Grupo de Empleadores de la OIT y Vicepresidente del Consejo de Administración.
Durante la estadía de una semana en el país, la misión se ocupó de constatar la denuncia de los empleadores de FEDECAMARAS incoada en la Queja N° 2254 sobre violación de los Convenios 87 (Libertad Sindical) y 144 (Diálogo Social). No obstante, tanto gobierno como sindicatos impulsaron la atención de la misión en virtud del carácter tripartito del organismo, logrando incorporarse en la agenda.
El mismo día de la llegada de la misión al país, tuve el privilegio de reunirme en privado con Luc Cortebeek, quien además de ser Vicepresidente de la OIT y Jefe del Grupo de los Trabajadores, es también el Presidente Adjunto de la Confederación Sindical Internacional (CSI), el sindicato más grande del mundo, que representa a unos 200 millones de trabajadores. Cortebeeck nos recibió junto a Raquel González, Secretaria del Grupo de los Trabajadores de la OIT, y yo asistí acompañado de Carlos Crespo, Secretario General de SINTRAINCES, Carmelo Sánchez, Coordinador de Organización y Finanzas de SINTRAINCES, y Bogar Pérez, Secretario General de la Alianza Sindical Independiente (ASI).
El miércoles 29 de enero, en el Hotel Meliá Caracas, se realizó la jornada de la Misión OIT con los sindicatos más importantes del país. Primero se reunieron con los representantes de la CUTV y de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadores de la Ciudad, el Campo y la Pesca (CSBT), encabezada por Wills Rangel y Marco Tulio Díaz, quienes declararon que no tenían reclamos que hacer pero sí argumentos para rebatir lo que llevarían las otras centrales y exponer los avances de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT), en el marco del gobierno obrerista.
Posteriormente, a las 7 de la noche, iniciaría la reunión de 3 horas con la “Unidad de Acción Sindical”, coalición de organizaciones sindicales de distintas corrientes agrupadas en las Centrales CTV, UNETE, CODESA, CGT, y los movimientos ASI, FADESS y MOSBASE. La coalición consignó ante la misión un documento y presentó 40 exposiciones y testimonios de los casos más representativos en el país de violaciones a Convenios internacionales en materia laboral y sindical, tanto por patronos privados como por el Estado, incluyendo los Convenios 87 (Libertad Sindical), 98 (Convención Colectiva), 111 (Discriminación Laboral con Motivaciones Políticas), 114 (Tripartismo y Diálogo Social) 154 (Convención Colectiva en el Sector Público), 155 (Salud y Seguridad de los Trabajadores), así como injerencia indebida, criminalización de la protesta laboral y violación de derechos adquiridos.
Me correspondió exponer de décimo en el grupo de los 40. Resalté la Queja de SINTRAINCES ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT, N° 2827, aún sin resolución, donde denunciamos sabotaje a la negociación colectiva y al principio de representatividad; obstaculización del derecho a huelga, así como prácticas y conductas antisindicales que incluyen el fomento de sindicatos paralelos financiados por el patrono, hostigamiento a trabajadores afiliados o en ejercicio sindical, incumplimientos laborales e irrespeto a la autoridad sindical.
De igual forma denunciamos la violación del Convenio 142 sobre sobre la orientación profesional y la formación profesional en el desarrollo de los recursos humanos, toda vez que el INCES, instituto que desde 1959 promovió la formación en oficios de los trabajadores venezolanos, eliminó desde el año 2013 los Cursos de Formación Profesional sustituyéndolos por Proyectos Integrales para el desarrollo de las Comunas; siendo además que el INCES forma parte del “Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional” (OIT/Cinterfor).
Sin duda las exposiciones y testimoniales fueron conmovedoras y contundentes. Y aún al margen de eso, el sólo hecho de consolidar la unidad de acción sindical por encima de las diferencias históricas e ideológicas constituye un gran avance.
Si bien la misión se abstuvo de adelantar opinión, la expectativa es alta por ser la OIT el organismo especializado de las Naciones Unidas (ONU) en materia del trabajo. La delegación expresó que revisaría todos los documentos y casos, y conversarían al respecto con el gobierno venezolano. Se espera que presenten su informe y recomendaciones al Consejo de Administración que se reunirá  del 13 al 27 de marzo de este año. Quizás una pista de lo que pueda reflejarse en ese Informe esté en las palabras finales de la Presidenta del Consejo de Administración: “La lucha por los Derechos Humanos Laborales continúa”.
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